viernes, 8 de diciembre de 2017

XXXIV MARATON DE FLORENCIA

                                                                                     
   MARATON DE FLORENCIA, 8,00 horas del día 26 de Noviembre, allí estamos listos para iniciar la carrera a la 8,30 horas, los cuatro "mosqueteros",  Luismi, Rafa, Carlos y yo, los cuatro compañeros de club RECREO RUNNING, entrenamientos y anteriores maratones. Después de tres meses de duro entrenamiento de preparación, dirigidos por nuestro entrenador, al que damos las gracias por su paciencia y buen hacer, Luis Sousa, aquí estamos listos para enfrentar los  míticos 42,195 kilómetros, contentos y en forma por el buen trabajo de preparación hecho. 
   Empezamos la carrera, con buenas sensaciones, pero no podíamos pensar la que se nos venia encima. Sobre el kilómetros tres, al poco de salir, empieza a llover y ya no parará hasta unos tres kilómetros antes de llegada a  meta. Carrera bonita, por el recorrido, la ciudad y la animación, sobre todo la de nuestras esposas, que aguantando la lluvia, nos animaron con entusiasmo en varios puntos de la ciudad, GRACIAS!!, pues esos ánimos dan fuerzas, casi más que los geles que tomamos, para continuar hasta la meta. La carrera se hizo dura, por la intensa lluvia, en momentos acompañada de rachas de fuerte viento, mojados enteros, los charcos de la calzada, el recorrido tiene un par de cuestas buenas, sobre todo una de ellas y por si esto fuera poco tenemos los famosos adoquines, que todos los corredores tememos y respetamos, por la posibilidad de lesiones. Con tanta lluvia y el viento, lógicamente estábamos helados, pies empapados de agua, brazos fríos y manos heladas e hinchadas, increíble, hasta tuvimos que atravesar un foso con medio metro de agua, en el que te tenias que meter, si o si, hasta la rodilla. Pero bueno, aguantando como leoneses, gracias a Rafa que me acompañó toda la carrera, dándonos ánimos mutuamente, llegamos hasta el kilómetro 38 donde fue cesando la lluvia y saliendo tímidamente el sol, momento que aprovechamos para acelerar un poco y llegar con buenas sensaciones a la meta. Llegada espectacular en la plaza de la catedral, alfombra azul y al lado de la espléndida catedral de Florencia y su famoso Duomo. Después de lo sufrido durante toda la carrera, el premio final fue llegar bien, sin lesiones, con buenas sensaciones y encima bajar tres minutos nuestra marca en maratón, Rafa y yo que solemos correrlos juntos.
   Bueno, la estancia en Florencia, fenomenal, ciudad monumental donde las haya, hasta da nombre a un síndrome, el "Síndrome de Stendhal", por la visión de tanta obra de arte y tanta belleza.
   Esto es lo bueno, unir lo que nos gusta, correr y  a la vez disfrutar de un estupendo viaje, con buena compañía y que todo salga sin incidentes.
                                                                  
                                                                        













   

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